A estas alturas de tu proyecto empresarial es probable que hayas trabajado en crear una identidad de marca, tengas un logo, papelería corporativa, hayas puesto en marcha tu web, realices alguna pequeña campaña en medios y tengas establecidos unos canales mínimos de comunicación. Pero si piensas que esto es suficiente, que con eso tu comunicación ya va bien, permíteme decirte que estas equivocado. Porque te falta lo más importante que es dialogar.
El cambio radical en el panorama mediático, provocado por la irrupción de las nuevas tecnologías digitales, nos permiten a todos relacionarnos con marcas y organizaciones. La pirámide de influencia tradicional desaparece y es sustituida por un diagrama de casillas interconectadas que relaciona consumidores con empresas, trabajadores con directivos, clientes con empleados, empresas con gobiernos, activistas con organizaciones. Y es que si tú hablas directamente con el supermercado para preguntarle por qué en el establecimiento de tu barrio no tienen sushi ¿tus clientes no deberían poder hacerlo contigo?
En Doyou Media podemos ayudarte en la tarea de generar diálogo y por eso hemos creado esta lista de consejos para favorecer la conversación con tu entorno.
Deja de pensar que mandas tú. Si alguien sigue creyendo que la marca es lo que proyecta una empresa que se vaya olvidando. La época del mensaje unidireccional, intencionadamente diseñado para la publicidad, ha quedado totalmente superada.
Comienza a escuchar lo que dicen de ti. ¿Alguna vez has buscado en Google o en algún foro lo que dicen de tú marca? Probablemente estés ocupado con otras cuestiones y vas relegando ese momento. Comienza a hacerlo o pide a otros que lo hagan por ti. En pleno siglo XXI la marca es lo que otros dicen de ti. Y eso no es otra cosa que tu reputación.
Lábrate una buena reputación. Y hazlo de manera planificada, ordenada y con una finalidad definida. Para ello ponte manos a la obra y construye tus propios canales de comunicación. El objetivo es que consigas una conversación fluida con tus públicos de interés, que les escuches y trates de darles la respuesta adecuada a sus necesidades.
Comprométete y crea vínculos. Establece una relación directa, clara y transparente con ellos. Recuerda que no eres lo que dices, sino lo que haces.
Párate a reflexionar y saca conclusiones. Supongamos que llevas un buen rato de conversación. Tienes un montón de datos que pueden orientarte en la toma de decisiones empresariales, que pueden ayudarte a prevenir una crisis e incluso anticiparte para cubrir una necesidad. Para ello es imprescindible parar y medir lo que están diciendo de ti.
Nunca bajes la guardia. La relación entre reputación y confianza es directa y contagiosa, tanto si es buena como si es mala. Una empresa puede tardar mucho en construir una buena reputación y tan sólo un segundo en perderla.
Si consigues alinear tus mensajes con las diferentes políticas de tu empresa lograrás dar una imagen de total coherencia y mejorarás tu reputación empresarial. Debes saber que no hay otro camino para lograr la excelencia corporativa que este y nosotros queremos acompañarte.