Por Luis Motes.
En 2017 más de 3.000 millones de seres humanos utilizaron facebook. 1000 en el caso de whatsap, más de 300 millones para Twitter, 650 instagram, 150 linkedin y así una larga lista. La conversación global es un hecho y en este ámbito hay una circunstancia que con el tiempo también ha ganado en presencia. El tópico de que una imagen vale más que mil palabras es –casi siempre- fiel a la realidad, y en el caso de la comunicación, a lo deseable. A veces -sólo a veces- nos cuesta que nuestros clientes sean conscientes de la fortaleza de la imagen, su eficacia, la importancia de hacer uso de ella y un buen uso, no cualquier uso. Me gustaría ceñirme en este caso a la importancia de la imagen como herramienta clave en la gestión de nuestros perfiles de redes sociales. Capturas, videos, gifs, webinars, infografías o memes han llegado para quedarse, desplazando incluso en muchas ocasiones a los textos que en teoría venían a reforzar. En TV la imagen por sí misma puede narrar una situación o constituir un relato sin la necesidad de un off que explique qué estamos viendo. Este recurso eficaz, en el caso de las redes sociales, se convierte en la primera norma en el manual de uso.
Usamos la imagen para conectar emocionalmente, para informar técnica y objetivamente, para ganar reputación, presencia de marca o notoriedad y, sobre todo, para incidir en la conversión: queremos vender, convencer, motivar e inspirar a hacer algo (call to action). Las imágenes que debemos usar en nuestros perfiles de empresa, por ejemplo, no sólo ilustran. Tienen la capacidad para emocionar más, para enganchar más. Son capaces de capturar la atención del usuario y te colocan más arriba en la puja por los dos segundos de oro durante los que consiguen captar su atención. Porque recordamos más lo que vemos, aumentan las ganas de leer un texto y facilitan la comprensión, sobre todo si debemos decodificar datos complejos o estadísticos. La imagen, además, mejora el tráfico hacia la web a la que está vinculada la red social en cuestión, con lo cual se mejora su posicionamiento. Hay estadísticas que avalan el uso sistemático de imágenes. De la información escuchada sólo se recuerda el 10% de la misma 3 días después. Sin embargo, si la imagen es relevante, la capacidad de retención se eleva hasta un maravilloso 65%. Por si fuera poco, los contenidos con imágenes son 40 veces más “viralizables” en los social media.
Los balances anuales que presentan los cuarteles generales de las empresas de social media, además, reflejan una abrumadora hegemonía de la imagen ahora y en el futuro. Cuando acabe este 2017, el contenido de video representará el 74% de todo el tráfico de Internet. El 80% en 2019. Y esto es así porque el público así lo quiere. El número de consumidores que prefieren ver un video que una descripción del mismo tema es 4 veces mayor. En Doyou hemos comprobado la siguiente estadística, no nos la tienen que contar desde Palo Alto. Usar la palabra “video” en el asunto de una newsletter aumenta las tasas de apertura y de clics de forma exponencial. Los videos en vivo de Facebook concentran más tiempo de visualización que un video convencional y además la mayoría, ojo, ¡se ven sin sonido! Y por si fuera poco, a la hora de medir la potencia de la imagen en las redes sociales, la audiencia de Youtube entre los jóvenes de 18 años en prime time es mayor que el de cualquier otro operador en EEUU.
En Doyou también hemos comprobado que no es lo mismo escribir un post en una web cuando el mismo incorpora una imagen que cuando no ilustramos lo escrito con una fotografía, un video o una ilustración. Los post con imágenes cada 75 o 100 palabras reciben el doble de acciones en el ámbito de las redes sociales. En el caso de las rrss, incidiendo en este campo, resulta que los tweets con imágenes reciben el 150% más retweets que los tweets sin imágenes. Que los post en Facebook con imágenes doblan su engagemente, que el 44% de mujeres utiliza Pinterest por sólo un 16% de hombres y que, en fin, que la imagen es ya el elemento central del universo digital. En Doyou sabemos cómo hacerlo: nuestras estrategias persiguen la creación de storytelling para humanizar tu empresa o tu marca; optimizamos calidades para hacer ágiles nuestras imágenes y gamas cromáticas adhoc; seleccionamos la tipografía; huimos de lo superfluo.
Trabajamos en elegir contenidos que interesen, en captar la atención, en establecer relaciones, influimos en las audiencias y contribuimos al desarrollo de su comunidad. Con más usuarios involucrados usted, amigo, obtendrá un mayor engagement y nosotros, estaremos satisfechos.