Hay algo de verdad en eso de que la acción sustituye a la letra, en eso de que la saturación de claims, eslóganes y anuncios que se leen por tierra, mar y aire ha desembocado en la necesidad de implementar una alternativa con una semántica del contenido basada en la acción y la reflexión. Hoy en día, desbordado el mantra de que una imagen vale más que mil palabras, podríamos decir que una buena acción puede sustituir una campaña de inserciones. Al éxito por el contenido, así creemos que ha de manejarse hoy en día la gestión de los eventos a la hora de generar un diálogo eficaz entre las marcas y sus grupos de interés. Seguramente por ello Antonia Magdaleno Abogados eligió este mes a Edurne Pasabán para que nos acompañara en el sexto aniversario de esta prestigiosa firma de abogados y  economistas con despachos abiertos en Valencia, Madrid y Bilbao.

En las reuniones previas al diseño de la campaña que debíamos crear para conmemorar el sexto aniversario de la firma, el equipo de Doyou Media y las socias de Antonia Magdaleno intentamos desbrozar el camino para que la elección del contenido central del evento desbordara los tópicos habituales en esta clase de acontecimientos y se convirtiera en una acción útil tanto para los públicos internos como para los invitados, dicho sea de paso, todos por rigurosa invitación. Buscábamos a alguien cuya experiencia fuera en sí misma un vehículo que pudiera evocar el relato de los organizadores. En Doyou Media tenemos una razonable obsesión por aportar sentido y mensaje duradero en las acciones que desarrollamos. Por eso sugerimos el nombre de la primera mujer en el mundo que ha hecho cumbre en los principales 14 ochomiles del planeta. ¿Quién mejor para erigirse en ejemplo de tenacidad, profesionalidad, humanidad, conciliación e igualdad de oportunidades?

 

 

Edurne Pasabán es mujer –una obviedad- y por tanto una excepción en una actividad tan sesgada hacia lo masculino como el de la montaña. Seguramente por eso y también por su trayectoria basada en la resiliencia, su credibilidad y su capacidad para transmitir sin artificios una vivencia descomunal resolvimos, ya en el vino de honor que se sirvió al acabar su conferencia “Mantenerse en la cima”, que habíamos dado en el clavo. Edurne generó un relato adhoc basado en la necesidad de trabajar en equipo, mantenerse firme, no cejar ante las dificultades, levantarse después de caer, no hundirse ante el fracaso y conocer las debilidades de cada uno que no sólo emocionó a los asistentes sino que sirvió también como discurso a interiorizar por cualquier empresario, emprendedor o directivo. “Todos tenemos un K2 en nuestra vida”. Esta fue una de las metáforas más celebradas, junto a su glosa sobre la ambición como elemento necesario para el progreso y la importancia de contar con buenas personas en los equipos.

En este vídeo puedes ver cómo transcurrió esa jornada